
¿Alguna vez necesitaste ayuda económica y tuviste que recurrir a una entidad financiera para solicitar un préstamo personal? Pues los créditos hipotecarios, también conocidos como hipotecas, no son tan diferentes a estos préstamos.
Un crédito hipotecario funciona de la siguiente manera: una institución financiera te hace un préstamo para comprar una casa, departamento o terreno; para hacer una construcción o remodelación, bajo un contrato que estipula el pago a ciertos plazos y con un porcentaje de interés. Mientras corre el préstamo tu inmueble queda en garantía y una vez que cubras el monto acordado obtendrás un documento legal llamado Certificado de Libertad de Gravamen, el cual expondrá que la propiedad es tuya y no tiene ningún adeudo.
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Si estás en la búsqueda de tu nueva casa, haz una compra inteligente eligiendo el mejor crédito hipotecario. Actualmente existen diversas instituciones a las que puedes acudir para solicitar financiamiento, entre ellas están: instituciones como INFONAVIT, FOVISSSTE e IPEJAL, así como Bancos, Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), Sociedades Financieras Populares (Sofipos) y Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SCAP´s). Cada una de estas instituciones cuenta con productos y esquemas de financiamiento diferentes, por lo que es muy fácil que lleguemos a confundirnos. A continuación te damos consejos útiles para elegir de forma inteligente:
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Considera el Costo Anual Total (CAT) que ofrece cada institución, ya que en ocasiones la tasa de interés es baja pero la comisión por apertura de crédito es elevada. El CAT representa la suma total de intereses y gastos por comisión que cobra cada uno de los créditos hipotecarios.
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Compara las condiciones que ofrece cada institución, considerando: monto de enganche, gastos notariales, seguros, duración del crédito, si se pueden hacer pagos anticipados, etc.
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Revisa si el crédito se otorgaría a tasa fija o variable, y verifica a detalle cuál sería el monto de cada mensualidad.
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Contempla los gastos iniciales que deberás cubrir, como: enganche (entre el 5% y el 20% del valor del inmueble), avalúos, gastos en el registro público de la propiedad y escrituración.
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Revisa tu presupuesto y verifica cuál es tu capacidad de pago.
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Antes de firmar la contratación de un crédito, te invitamos a leer el contrato y asegurarte que los documentos cumplan con las condiciones que se te ofrecieron.
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Verifica que la institución financiera no tenga quejas importantes ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF).